RELACIÓN DE DOCENTES DEL ÁREA DE COMUNICACIÓN:
Prof. CCARI FLORES, Celestino -ASESOR DE ÁREA-
Prof. ALVAREZ MENDOZA, Hugo Haroldo
Prof. COARITE MAMANI, Mauro Mario
Prof. RODRIGUEZ ENRIQUEZ, Schewerry Miguel
Prof. SANCA ESCARCENA, Sonia
Prof.
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El argumento gira en torno del sitio de Troya por los griegos, a quienes el poeta llama aqueos o argivos, y su origen fabuloso más remoto hay que buscarlo en la leyenda mitológica del famoso juicio de Paris. También llamado Alejandro, que concitó las iras de Palas Atenea y Hera (Minerva y Juno de los latinos) a quienes el joven príncipe troyano ofendió gravemente al negarles el galardón de la belleza para entregárselo a Afrodita, la diosa conocida por los latinos con el nombre de Venus.
El rey de Troya se llamaba Príamo y su esposa Hécuba. Entre sus varios hijos, Héctor era célebre por su valor, y Paris por su esbeltez y gallardía. Este último fue enviado como embajador ante Menelao, rey de Esparta, en Grecia. Dicho rey estaba casado con Helena, mujer de excepcional belleza, ya que se la consideraba la más hermosa de toda Grecia. En ocasión de su casamiento, los príncipes griegos habíanse comprometido a prestar ayuda a la hermosa Helena siempre que lo necesitara.
Al llegar Paris a Esparta, Menelao estaba ausente y, aprovechando esta circunstancia, el troyano lo traicionó. Ayudado por Afrodita, tomó cautiva a Helena y la llevó consigo a Troya. Grecia, país del cual forman parte muchas islas, no estaba unida bajo un solo rey, sino que tenía varios príncipes y soberanos independientes. Así, pues, cuando llegó a conocimiento de Menelao que su esposa había sido raptada, convocó una gran asamblea de todos los príncipes, en la que su hermano Agamenón fue elegido jefe supremo de los griegos en la guerra que éstos iban a emprender contra los troyanos para lograr el rescate de Helena y vengar el agravio inferido a todos los aqueos en la persona del rey de los espartanos.
En la narración se refieren los preparativos de los griegos para la guerra, cómo fue revisado el ejército y cómo se aprestaron las 1.180 naves que debían conducir a los 100.000 soldados, en cuyos valerosos pechos Hera y Palas Atenea insuflaron el fuego de la cólera y el ardor de la fiera venganza.
Allí nos son presentados algunos de los famosos guerreros que debían tomar parte en la lucha. Uno de los jefes es el hijo de Tetis y Peleo, rey de los mirmidones, Aquiles, el invulnerable, sin cuyo brazo la ciudad jamás sería ganada, verdadero protagonista del poema y el más valiente de los griegos; también estaba entre ellos el prudente y astuto Odiseo (Ulises), el más sabio de los expedicionarios, cuyo consejo tiene principalísima parte en la acción; Néstor, el más anciano y, por lo tanto, el de más experiencia; Patroclo, el amigo inseparable de Aquiles, cuya muerte es parte fundamental del desenlace; Áyax, el héroe gigantesco, semejante al mismo Ares, dios de la guerra; Teucro, el imbatible arquero; Macaón, el médico; Calcas, el adivino; Diomedes, Taltibio, Antilico, etc., y, por la parte de los troyanos se destacan Héctor, el del tremolante casco, verdadero héroe, ante quien tiemblan de pavor los griegos, y a quien respeta el mismo Aquiles; Eneas, prudente, valeroso y sabio; Príamo, el anciano rey, lleno de nobleza y bondad; París, el más hermoso de los mortales, que semeja un héroe pero es un cobarde que tiembla y huye ante la presencia del ultrajado Menelao o del iracundo Agamenón; Cebrión, Glauco, Dolón, Reso, Polídamas, etcétera.
Ya propicios, ya esquivos, entre nubes rosadas y rayos zigzagueantes, los dioses del Olimpo toman parte en la acción, inclinándose ya por éste, ya por el otro de los combatientes. Así vemos a Hera (Juno), Poseidón (Neptuno), Apolo (Fobo). Ares (Marte) , Hermes (Mercurio), Palas Atenea (Minerva), Afrodita (Venus), Hefaistos (Vulcano), Hestia (Vesta), Tetis, Iris y el mismo Zeus (Júpiter) estorbando o ayudando la acción guerrera de los mortales y ostentando, de paso, las notas distintivas de sus pasiones casi humanas.
El paisaje no aparece en el poema homérico; al cantor sólo le interesan los hombres y sus acciones, sus luchas y sus rivalidades.
Cuando todo estuvo dispuesto, el ejército entero partió hacia Troya y, después de desembarcar, no tardaron los griegos en poner sitio a la ciudad.
Mientras el ejército griego sitia a Troya, declárase en su campamento una terrible peste, con la que Apolo quiere castigar a Agamenón por haberse negado a devolver al sacerdote Crises su hija Criseida, a quien había raptado. Accede al fin el caudillo griego, pero para resarcirse de la pérdida hace robar a Briseida, la más bella de las esclavas de Aquiles, promotor de la devolución.
“Canta, Musa, la cólera del temible Peleida”, dice el poema en su primer verso, porque, en efecto, ofendido el hijo de Tetis y Peleo, después de una violenta disputa con Agamenón, quien se niega a devolverle la esclava, se retira a su campamento con sus mirmidones jurando no intervenir en la lucha hasta tanto no sea desagraviado, y obtiene de Zeus, por mediación de su madre Tetis, que dé la victoria a los troyanos para que Agamenón comprenda que a consecuencia de la falta cometida ha caído en desgracia ante los dioses.
Patroclo, el fiel y querido amigo de Aquiles, ante las victorias alcanzadas por los troyanos, que arrollan a los griegos, obligándolos a buscar refugio cerca de sus naves, le pide que abandone aquella inercia suicida y rechace al enemigo. Como no logra convencerlo le solicita sus armas, a lo que aquél accede, y, vestido con la armadura del invulnerable Aquiles, logra Patroclo levantar la moral de los derrotados griegos y vencer a los troyanos, pero muere a manos de Héctor, quien se apodera de las armas del invencible Peleida.
Sabedor éste de la muerte de su amigo, viste una armadura nueva que, a pedido de su madre, le ha fabricado Vulcano y se lanza contra los troyanos. en los que hace gran estrago. En singular combate, presenciado por ambos ejércitos, Aquiles da muerte a Héctor y, para desahogar su cólera, hace arrastrar el cadáver de su enemigo todos los días dando tres vueltas alrededor del túmulo de Patroclo, hasta que Príamo obtiene de él que le entregue el cadáver de su hijo. Los restos de Héctor, que por intervención de Apolo se han mantenido incorruptos, son transportados a Troya, donde se les hacen solemnes honras fúnebres, como principal sostén que había sido de la ciudad sitiada, y con ello termina la narración. Claro está que no fue así como terminó la guerra de Troya, según veremos más adelante al referirnos al argumento de la Eneida.
A pesar de que la guerra duró diez años, el tema de la epopeya se desarrolla en pocos días, los que dura la cólera de Aquiles, pero Homero supo encerrar en ellos todo el interés histórico de la contienda, por medio de alusiones o recuerdos, logrando darle vida con la exacta pintura de los caracteres de unos héroes que se aman o se detestan, de tal manera que el poeta no presenta una historia circunstanciada de la campaña, lo que hubiera sido si no imposible, difícil y carente de interés. Por lo contrario, el plan tan ingeniosamente concebido permitió al poeta trazar un admirable cuadro de la vida contemporánea sin perjudicar la trama. Lo ocurrido en esos días sirve de base, de nudo central para la acción y el desarrollo de todo el poema, pero desfilan en ese lapso los hechos más importantes de la campaña. La guerra es, pues, el tema del extraordinario poema y sus páginas están llenas de batallas y combates singulares, pese a lo cual no podemos afirmar en forma rotunda y terminante que se trate de un poema bárbaro, pues a los gritos de guerra, al chocar de las armas y a los ayes de los heridos mézclanse sentimientos suaves, amables, ecos de una vida espiritual refinada. A la figura viril, colérica, vengativa o sanguinaria de algunos héroes, opone Homero, con verdadero arte y equilibrio, la dulzura y emoción de personajes tales como Hécuba, Andrómeda, Helena y, en general, de todas las mujeres de la Ilìada , femeninos ejemplos de sin igual belleza, dulzura y piedad.
PERSONAJES DE LA ILÌADA
Paris: Hijo de Príamo y de Hécuba, rey y reina de Troya. Una profecía había anticipado que Paris causaría la ruina de Troya y, por esa razón, Príamo lo abandonó en el monte Ida, donde unos pastores lo encontraron y lo criaron.
Helena: Era la mujer más bella de Grecia, hija del dios Zeus y de Leda, mujer del rey Tindáreo de Esparta. De niña fue raptada por el héroe Teseo, quien esperó el tiempo necesario para casarse con ella, pero sus hermanos, Cástor y Pólux, la rescataron. Más tarde, su fatal belleza fue la causa directa de la guerra de Troya.
Menelao: Rey de Esparta, hermano de Agamenón, rey de Micenas, y marido de Helena de Troya. Cuando el príncipe troyano Paris raptó a Helena, Menelao organizó una expedición para rescatarla. Bajo el mando de Agamenón, Menelao y los demás reyes griegos zarparon hacia Troya. Al término de la consiguiente guerra de Troya, Menelao fue uno de los griegos que se ocultó en el caballo de madera y saqueó la ciudad. Después de reconciliarse con Helena, Menelao intentó regresar a Grecia. Se vieron forzados, sin embargo, a una travesía por el Mediterráneo oriental, antes de llegar a Esparta, que duró ocho años. Allí Menelao prosperó enormemente y, junto con Helena, disfrutó de una vida larga y feliz
Agamenón: Rey de Micenas y jefe de las fuerzas griegas en la guerra de Troya. Era hijo de Atreo y padeció la maldició lanzada sobre su casa. Cuando los griegos se reunieron en Áulide para su viaje a Troya, se vieron obligados a retroceder por los vientos adversos. Para calmar los vientos, Agamenón sacrificó a su hija Ifigenia a la diosa Ártemis. Su disputa con Aquiles sobre la princesa cautiva Briseida y las consecuencias de esa cólera forman buena parte del argumento de la Iliada de Homero. Después de un sitio de diez años, cayó Troya y Agamenón volvió victorioso a Micenas. Con él fue la princesa troyana Casandra, que le había sido concedida por el ejército griego triunfante.
Príamo: Rey de Troya. Fue padre de 50 hijos, entre los que sobresale el gran guerrero Héctor, y de 50 hijas, entre ellas la profeta Casandra. Cuando era joven, Príamo luchó con los frigios contra las amazonas, pero en la época de la guerra de Troya era demasiado viejo para guerrear.
Aquiles: El mayor de los guerreros griegos en la guerra de Troya. Era hijo de la ninfa del mar, Tetis, y de Peleo, rey de los mirmidones de Tesalia. Cuando era un niño su madre lo sumergió en el Éstige para hacerlo inmortal. Las aguas lo hicieron invulnerable menos en el talón, por donde lo sostenía su madre. Aquiles libró muchas batallas durante el sitio de diez años a la ciudad de Troya.
Héctor: Hijo mayor del rey Príamo y la reina Hécuba de Troya, y esposo de Andrómaca. En la Iliada , de Homero, que narra la guerra de Troya, Héctor es el mejor guerrero troyano. Como comandante de las fuerzas de la ciudad, su contribución a la resistencia frente al ejército griego durante nueve años es decisiva, y casi al final obliga a los griegos a huir en sus barcos. Sin embargo, durante la batalla mata a Patroclo, el amigo amado de Aquiles, el héroe de los griegos. Aquiles, que se había retirado de la lucha por una disputa con el rey Agamenón, líder de las fuerzas griegas, vuelve al campo de batalla para vengar la muerte de su amigo
Patroclo: Amigo dilecto del héroe Aquiles, a quien acompañó a la guerra de Troya. En el décimo año del conflicto, Aquiles retiró del combate a sus tropas, los mirmidones, por una disputa con Agamenón, capitán de las fuerzas griegas.
Áyax, hijo de Telamón: Poderoso guerrero que combatió en la guerra de Troya. Era hijo de Telamón, rey de Salamina, y condujo a las fuerzas de esta isla hacia Troya. Un hombre corpulento, lento en el hablar pero veloz en la batalla, Áyax fue llamado "baluarte de los aqueos" por Homero. Encolerizado por no habérsele concedido la armadura del difunto Aquiles, Áyax decidió matar a los jefes griegos Agamenón y Menelao. Para protegerlos, la diosa Atenea golpeó con violencia a Áyax, que acabó con su vida clavándose su propia espada.
Néstor: Rey de Pilos, hijo de Neleo y Cloris. Aunque ya estaba entrado en años cuando comenzó la guerra de Troya, zarpó con los demás héroes griegos contra Troya. Como había gobernado a tres generaciones, se le confirmó en su cargo por su sabiduría y justicia, y sirvió además como prudente consejero de los griegos durante la guerra. Después de la caída de Troya, Néstor volvió a Pilos, y recibió a Telémaco cuando el joven fue a pedirle información sobre el destino de su padre, Odiseo.
Diomedes: Rey de Argos, e hijo de Tideo, uno de los guerreros conocidos como los Siete contra Tebas. Diomedes fue uno de los héroes griegos destacados de la guerra de Troya. Mató a varios de los guerreros troyanos más notables y, con la asistencia de la diosa Atenea, hirió a Afrodita, diosa del amor, y a Ares, dios de la guerra, que estaban ayudando a los troyanos. Cuando volvió de la guerra y descubrió que su mujer le había sido infiel, Diomedes se fue a Apulia, donde volvió a casarse.
Odiseo: En la Iliada de Homero, aparece como un guerrero valiente, sagaz y astuto, y se le concede la famosa armadura del guerrero griego Aquiles cuando éste muere. Odiseo fue a buscar a Neoptólemo y Filoctetes para que participaran en la fase final del conflicto. En la Odisea se dice que él propuso la estratagema del Caballo de Troya, recurso mediante el cual se conquistó la ciudad.
LA ODISEA
-ARGUMENTO-
Ulises era un héroe protegido por la diosa Atenea, caracterizado por su astucia. La Odisea narra su vuelta a casa después de haber luchado en la guerra de Troya. Durante veinte años vagó por las costas del Mediterráneo, conociendo mil aventuras. Estuvo entre los Cíclopes, gigantes de un solo ojo. Uno de ellos, Polifemo, devoró a varios compañeros de Ulises, pero éste lo embriagó y lo venció dejándole ciego. Esto suceso provocó la ira de Poseidón, dios del mar y padre de Polifemo, el cual, para vengar a su hijo, persiguió a Ulises con terribles tempestades durante su viaje. Después de haber escapado de las sirenas, que con sus cantos atraían a los marineros y les hacían naufragar, y después de haberse salvado de los monstruos marinos Escila y Caribdis, Ulises llegó a la isla de Trinacria (hoy Sicilia), donde sus compañeros atacaron a los animales sagrados, dedicados al dios del sol, Helios. El dios supremo, Zeus, los castigó destruyendo con sus rayos todos los navíos. Únicamente sobrevivió Ulises, que llegó a la isla de Ogigia, donde reinaba la ninfa Calipso. Ésta lo retuvo siete años a su lado y le dio un hijo, pero Ulises que seguía sintiendo nostalgia de su patria , abandonó a Calipso y decidió regresar a su isla Ítaca .Ulises sufrió otro naufragio pero consiguió llegar a la isla de los feacios, donde fue recibido por el rey Alcinoo y su hija Nausica. Los feacios lo condujeron por fin a Ítaca. Allí su fiel esposa, desde hacía varios años, era solicitada por numerosos pretendientes. Ulises disfrazado de mendigo, logró entrar en su palacio, donde mientras tanto Penélope había prometido casarse con el que fuera capaz de tensar el arco de Ulises. Ninguno de ellos lo logró, y entonces Ulises tensó el arco y mató a todos los pretendientes.
PERSONAJES DE LA ODISEA
PERSONAJES DE LA ODISEA
ODISEO - ULISES
Cualidades de Odiseo.
Odiseo es un varón fuerte, atractivo para las mujeres, caracterizado por un multiforme ingenio, es un ser divinal y prudente. Noble, paciente, magnánimo, luchador, buen guerrero, ingenioso y un valeroso padre.
Es un hombre ingenioso, de mil recursos, que gracias a su destreza, sabe vencer las dificultades que le van saliendo al paso.
Por ello mismo es humano a nuestra medida. Odiseo es un reflejo de nosotros mismos. Atrae nuestra simpatía por su capacidad de recuperación, por su fidelidad a un ideal, que es infinitamente respetable por su espíritu abierto, tanto en la inteligencia como en el corazón.
Hay un evidente desfase entre la inextricable dificultad de las situaciones en las que se encuentra y su fácil manera de resolverlas, que significa la victoria del espíritu.
Penélope
Era una mortal, era la esposa de Ulises; era una mujer muy bella, su vida, lejos de su esposo y acosada por los codiciosos pretendientes, era muy triste, pero nunca olvidó ni un momento a Ulises y confió siempre en su regreso. Ella y su hijo, Telémaco, lloraban con frecuencia juntos por Ulises.
Telémaco
Era un mortal, era hijo de Ulises; era un joven arrogante, de ojos brillantes y apuesta figura. él amaba mucho a su madre y era muy amable y cortés con los extranjeros que llegaban a su hogar en Itaca.
Circe (ser extraordinario)
Era una maga, tenía las trenzas doradas y bellos ojos, era una espléndida belleza; tenía una voz de mujer tan armoniosa que deleitaba y paralizaba a cuantos la oían; era gentil, después de cuando supo que Ulises no le afectaba su magia, porque le ofreció festines magníficos, dejo que fueran sus huéspedes por un año, los vistió con túnicas muy ricas, etc.; era sabia porque sabía todos los peligros que pasaría Ulises, y gentil también porque le dio consejos a Ulises para enfrentar esos peligros en su regreso a Itaca.
Poseidón
Es el dios del mar, llamado Neptuno por los romanos; era muy vengativo porque no perdonaba s sus enemigos, tortura ni dolor; su hijo predilecto era Polifemo y fue quien maldijo a Ulises.
Las Sirenas
Eran seres extraordinarios; eran extrañas mujeres, hijas del mar que, de cintura para abajo, tenían la forma de grandes peces. Tenían bellos rostros y las cabelleras flotantes; lo sabían todo. Las sirenas, seres cruelísimos, gustaban de permanecer sentadas sobre la hierba de los prados, a la orilla del mar, entonando atrayentes canciones. Y hay que saber que más bellas y hechiceras que sus rostros eran sus voces (una voz dulce como la miel que alegran el alma y acrecientan la sabiduría). Atraídos por ellas, los marineros, cuyos bajeles pasaban por aquellos sitios, no podían resistir a la tentación de desembarcar en la isla. Entonces las infames sirenas los mataban.
Eolo
Es el dios de los vientos, poderoso comarca. Era gentil porque hospedó a Ulises en su hogar durante un mes, porque en honor a él hizo grandes fiestas y porque dejó que anclara ahí sus naves.
Calipso
Era una diosa, la de las bellas trenzas, temida por todos los hombres. Su vestido brillaba como el sol y la luna juntos; llevaba un cinturón de oro y con una lanzadera, también de oro, tejía riquísimas telas. Su corazón no es de bronce como todos creen, sino tan tierno y sensible como el de Ulises, por lo que trató al héroe con gran dulzura y bondad, porque lo cuidó con el mayor cariño y logró que volviera a recobrar sus exhaustas fuerzas y porque lo tuvo como huésped ocho largos años.
Polifemo
Era un semi dios. Era un horrible gigante muy fuerte, tan espantoso como es difícil imaginar, su estatura era colosal, su corpulencia como la de una mole de piedra y, en medio de la frente, tenia un solo ojo. Era el hijo predilecto de Poseidón, y se ocupaba de guardar sus rebaños y en hacer quesos con la leche que sus cabras le daban. Era caníbal porque golpeaba las cabezas de los navegantes y después se los comían.
Atenea
Era la diosa de la sabiduría, llamada Minerva por los romanos. Era una mujer muy bella, con los ojos de color verde, aunque también le decían la diosa de los ojos grises. Tenia un corazón blando porque se sintió tan conmovida al ver a Ulises día tras día sentado en la orilla del mar mirando las olas, bañado en lagrimas y lanzando tristes lamentos cuando estaba en la isla de Calipso, por lo que decidió socorrerlo. También era muy sabia porque conocía las muchas penas que en Itaca afligían a Penélope y a Telémaco y también quiso ayudarlos. Era protectora de Ulises errante por tierra y mares; y era cariñosa con Telémaco porque lo apoyo y ayudo siempre que pudo.
Hermes
Era el dios mensajero, también era conocido como el dios de los pies ligeros; llamado Mercurio por los romanos. Era un jovencito hermoso con una varita dorada que llevaba en la mano. Tenia unas doradas sandalias que le hacían incansables y que velozmente lo llevaban sobre la tierra y sobre el mar. Era gentil porque en ocasiones ayudo a Ulises de los peligros que tuvo que correr.
Eurilico
Era un mortal, cuñado de Ulises. Era miedoso porque no se atrevía a rescatar a sus amigos cuando estuvieron en peligro. Y también era imprudente porque convenció a sus compañeros de comer unos animales que sabía que no se podían comer o iba a pasar algo muy malo.
Nausica
Era una mortal, hija del rey de los feacios, Era la más bella, dulce, graciosa y alegre de todas las princesas, también era la doncella más buena y más valiente de las que existen, tan bondadosa y amable con todos, que cuantos las veían la adoraban. Era casi una niña y era la única hija de sus padres. No era sólo la más bella de las doncellas y de las esclavas, sino también la más hábil en todos lo juegos. Era amable porque a Ulises le dio que vestir, le mostró el camino de la ciudad y le dio de comer y beber. También era muy ingeniosa.
Argos
Era el perro de Ulises, y su mejor amigo, el que un día fue un orgullo de las jaurías del monarca. Estaba decrepito, viejo, con sus ojos casi ciegos y casi moribundo. Argos reconoció a su amo al momento de verlo, aunque este estaba convertido en un mendigo por la magia de Atenea. Pero murió en el instante.
Escila
Era una criatura extraordinaria. Era un horrible monstruo que vivía en una cueva de las dos inmensas rocas que habían más allá de las rocas erráticas. Parte inferior de su cuerpo permanecía oculta dentro de la cueva, que le servía de albergue, de la que salía únicamente la parte superior: doce patas y seis cabezas. La boca de cada una de estas cabezas tenía tres hileras de agudísimos dientes. De día y de noche ladraba como un perro salvaje. Cuantos animales pasaban por aquellos lugares eran engullidos por el fiero monstruo.
Caribdis
Era una criatura extraordinaria. Otro terrible monstruo que vivía en la roca que estaba en frente a la de Escila, que tres veces al día absorbía como una tromba el agua del mar, haciéndola penetrar en su cueva y devolviéndola luego afuera. Todo cuanto por el mar pasaba, en el momento en el que el monstruo chupaba las aguas, penetraba también en su cueva y salía convertido en restos informes.
EDIPO REY
-ARGUMENTO-
-ARGUMENTO-
Edipo Rey, obra escrita por Sófocles, narra la vida de un rey con este nombre, quien sin saberlo está casado con su madre. Este rey es un ser humano con espíritu de servicio, preocupado por el bienestar de la gente de su reino y angustiado por la peste que había en esos días, manda a Creónte, hermano de Yocasta, la reina, a consultar el oráculo y éste le dice que el asesino de Layo, antiguo rey, habita en el reino y que el mal saldrá de él en cuanto tal asesino sea desterrado o muerto. Ante tal noticia Edipo maldice al asesino y manda traer al vidente de aquel reino quien le dijo que no diría nada de lo que sabe, ya que Edipo y el reino sufrirían grandes decepciones. Ante la negativa del vidente y ante las insinuaciones de éste, Edipo no cesa de investigar hasta que se entera que el rey Layo fue muerto en el cruce de caminos donde Edipo mató a unos hombres cuando venía huyendo de su casa en Corinto ya que una maldición pesaba en él y ésta decía que mataría a su padre y se casaría con su madre y de esta unión nacerían hijos que a la vez serían sus hermanos, por tal motivo sale de su casa y tomó camino a su ahora reino, pero en el cruce de caminos mató a, quien sin saberlo, era su padre. Con ayuda de un siervo antiguo de Layo quien le cuenta que el hijo de Yocasta y Layo no había muerto aún con la orden y consentimiento de sus padres, y que éste siervo le entregó con unos garfios en sus pies, Edipo ató cabos y se dio cuenta de que aquel hombre al que mató era su padre y que su esposa era su madre y sus hijas eran sus hermanas. Al saber la verdad Edipo dice ser el hombre más desdichado que aquellas maldiciones que había hecho contra el esesino de Layo debían de cumplirse y ser desterrados.
Por otra parte, Yocasta, el ver descubierta la verdad que tanto evitó, se suicida; ante tal acción Edipo se saca los ojos dejándose ciego y ruega a Creónte, hermano de Yocasta, que cuide a sus hijas y que su deseo de ser desterrado fuera cumplido.
Personajes de Edipo Rey
Edipo: Hijo de Layo y Yocasta abandonado a su suerte tras nacer debido a una profecía, heredero del trono de Tebas al cual accedería tras asesinar inconscientemente a su propio padre y rey de Tebas en aquel momento, cumpliendo la profecía que años atrás le había pronosticado un oráculo a su padre por la cual Edipo le asesinaría.
Creónte: En la obra resulta ser el hermano de Yocasta. La posición que asume dentro de los acontecimientos es que al momento de morir Edipo se apodera del trono sin dejárselo al hijo Edipo, Eteocles que en ese momento era al que le correspondía el trono. En una batalla murieron los dos hermanos: Polinices y Eteocles y volvió a tomar el trono creón decretando que se negaran los ritos funerarios a todos los que habían luchado contra la ciudad.
Tiresias: Era el encargado de anunciar las profecías a Edipo y supo muy bien tomar el papel de hacerle un poco impertinente la vida a Edipo. Era ciego gracias a que se decía que había visto a Atenea mientras se bañaba.
Yocasta: Una mujer muy sentimental, dramática y solidaria. no quiere hacer daño a su propio hijo tratando de que no se dé cuenta que había matado a su padre y Yocasta hizo todo lo posible para ayudarlo pero suicidarse es la manera mas tonta de perder su vida.
Personajes secundarios:
Corifeo (Vocero del pueblo)
Mensajero (Lleva a Tebas la noticia del Rey de Pólibo)
Paje (Testigo y relator de los últimos sucesos y el desenlace final)
Sacerdote Ministro del culto religioso de Zeus.







